Magia, Susurro del Hada de Acuario: Magia Elemental

La naturaleza está compuesta de cuatro elementos esenciales: Aire, Fuego, Agua, Tierra. Estas esencias son la base de todas las cosas naturales conocibles y apreciables por el ser terrenal, y de significativa importancia para sí ya que en su propio ser moran, no tan solo en su entorno habitable.

Cada elemento es distinto entre sí, y en conjunto abarcan una gran cantidad de eventos que ocurren en la naturaleza, así pues relaciones surgen involucrando aún más allá hasta tocar lo abstracto. En su forma muy básica son referidos a los estados de la materia, la tierra para los sólidos, el agua como líquidos, el fuego para el estado plasma, el aire sobre los gaseosos. Con relación al ser, el mundo que domina la tierra es el material y su energía redirigida a la vida, el dominio mental es el aire y su energía está en el movimiento, la potestad emocional en el agua y su energía la purificación, para el dominio astral es el fuego y su energía la consumación. Los elementos corresponden a las cuatro direcciones de la Tierra, comenzando al este con el aire; lugar del amanecer e inicio del día, el fuego al sur; el sol en su máxima altura, el agua al oeste; con el atardecer, y terminando en el norte la tierra; la cúspide de la calmada noche. La tierra (fuerza) y el agua (sabiduría) son elementos femeninos, y el fuego (voluntad) y aire (inteligencia) elementos masculinos.

Tierra.

De la tierra fértil emerge el buen alimento para mantener la vida del ser terrenal, también de aquí son tomadas las hierbas para afectar la salud ya sea para cura o encantamiento. Piedras, minerales y madera, utilizados para crear un hogar y sus utensilios, y para práctica de la cura y videncia, pertenecen al dominio de este elemento. Frondosos árboles, verdes plantas, y coloridas flores, sin dejar de lado las semillas y piedras preciosas, y la subsistencia conforman sus tesoros de mayor valor. En diversidad de su esencia clasificada seria: tierra (suelos con altos atributo para mantener la vida vegetal), roca (desde un guijarro hasta una montaña rocosa), madera (podría bien ser una hoja seca, rama seca o un enorme tronco), planta (una hoja conservada o un fruto conservado, hierba, planta, un árbol o un bosque).

Agua.

Corre el agua sin detenerse repartiendo vitalidad en su pasar, y cuando de lo alto cae refresca el ambiente, al almacenarla bien podría ser empleada para la videncia. Muy útil para mantenernos limpios a nosotros, nuestra vestimenta y nuestras herramientas de uso diario. A la hora de cocina es uno de los ingredientes indispensable, igual lo viene siendo para los brebajes con efectos de cura o encantamiento, en su estado puro es una vital bebida para el ser terrenal. Sus tesoros de mayor valor, las cristalinas gotas de fría temperatura, y la felicidad obtenida por la sabiduría. Su esencia se clasificaría en: agua (líquido digerible por el ser terrenal), llovizna (gotas caída del cielo), nieve (vapor de agua congelado).

Fuego.

Buen beneficio otorga el fuego encendido por las noches, aquella flama ondeando en vertical desplegando luz y calor, útil para ver y para calentar, para inspirar y lograr el conjurar. Ciertos alimentos expuestos a su poder adquieren la facultad para agradar notablemente al paladar. Para deshacerse de algo inservible nada mejor que consumirlos en este elemento, o simplemente cambiarlos a una forma minúscula, referente a este efecto útil aplicar para la transmutación. El poder adquirido por la voluntad es su gran tesoro. Su esencia se encausaría en dos formas: el fuego (de combustible natural), y el humo (vapor caliente).

Aire.

Abundante es el espacio del aire totalmente respirable y de libertad extensa para moverse, al igual que se mueven los fonemas a través de dicho elemento para efectuar la conjuración. Nada lo obstruye en su pasar y cuando aumenta su velocidad muy agradable se hace sentir, todo lo anima, encantamiento. Las ideas otorgadas por la inteligencia, son sus tesoros. Su esencia es única: aire (elemento puro).